Al llegar el final del año es costumbre que por mi casa aparezcan mínimo dos revistas sobre 'astrología' y un almanaque Bristol (el pintoresco, el original), en los cuales se enuncian los ires y porvenires de cada signo, ya sea del zodiaco (con o sin tilde en la i, da igual) occidental o del chino. Supongo que con esas revistas fue mi primer contacto con los horóscopos.
Ya cuando comencé a leer el periódico se me hizo un hábito leer el 'bendito' horóscopo. Después de terminar de leer Calvin y Hobbes, Justo y Franco, Olafo el amargado, Pepita y el indescifrable jeroglífico (nunca en la vida he podido descifrar uno), en la columna derecha están esos doce párrafos, no superan los seis renglones y dan consejos que bien podría escribir uno al azar y asignarlos a cada signo.
Pero lo que me causa curiosidad de estos, es como fácilmente puedo llegar a caer en ellos. No digo que le pegue a diario, pero si hay días que tengo un asunto en la cabeza y PUM el horóscopo da luces sobre ello o más bien mi mente confundida, desorientada lo relaciona. También he visto unos muy graciosos, que si bien no me van a guiar en mi día a día, me hacen reír lo suficiente para subir mis indices de buena vibra.
Bueno y por qué me dio por escribir al respecto, pues ahí les dejo ese par de joyas que leí hace poco y me hicieron reír:
- Fuego: Tendrá que dejar que el agua corra en el amor y no ejercer presiones y, menos aún, tratar de aclarar las cosas porque más bien se pueden empeorar...
- Aire: Deberá estar por encima de las presiones y exigencias de su pareja, así como tratar de verle el lado amable a lo que pasa...
1 comentario:
jajaja
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