23.4.10

Ella/El

Dos escritos, el primero de autora desconocida (si alguien tiene el dato se le agradece) el segundo de un amigo, Leandro Villar. Los dos los leí la semana pasada y me parecieron buenos así que los comparto...

Alguien
Alguien que cuando me ponga borracha me lleve a casa en brazos,
que me rompa las medias con la boca y luego me compre otras,
que me haga el amor contra la pared y luego se meta conmigo en la bañera,
que se pierda a mi lado para después rescatarme de laberintos sin sentido,
que saque la espada y me defienda de víboras, pirañas y putas.

Alguien que cosa disfraces a mis días malos y los convierta en buenos,
que no se enfade si no me entiende, ni me entiendo y lo mareo,
que me saque la lengua cuando me ponga tonta y me haga enmudecer.

Alguien que no pueda pasear conmigo por la calle sin cogerme de la mano,
que no me compre con regalos pero que tenga mil detalles de papel,
que no le guste verme llorar y me haga reír hasta cuando no tengo ganas,
que de vez en cuando decida perseguirme por los bares y conocerme otra vez,
que me mire, lo mire y me tiemblen las piernas sin remedio.

Alguien que me eche de menos antes de haberme ido,
que comparta su vejez conmigo,
aunque ahora quede demasiado tiempo.

Alguien que me cosa a te quieros los labios
mientras yo araño su espalda
para que sepa que sigo aqui
que nunca me fui....

Alguien que esté loco por mí, y no se olvide de decírmelo los días de resaca,
que si se pone animal, sea sólo en la cama, y me mate a besos por la mañana,
que no se acostumbre a mí y deje de inventar nombres nuevos para despertarme,
que si mira a otra, luego me guiñé el ojo y se ría de mis celos de hojalata,
y sobre todo que no tenga que perderme para darse cuenta de que me ha encontrado.

Alguien, que se parezca a mi, pero que no sea como yo...

(Sin Título)
Me preguntaste cuál era mi plato preferido y rompiste en un llanto
el silencio del cuarto.
Yo sé.
Yo sé que mis fantasmas me abruman a ratos
y que no presto atención a los detalles esmerados
con los que cuidas la vajilla y sirves de la mesa.

No te ofendas si te confieso que me sorprendo aún
de estar vivo, con esta mala maña de no hacer
nada productivo, de no ensanchar mi cuenta en el banco
y constantemente apretar mi bolsillo,
de encender la vela por no ir luego con la factura,
de escribir hasta en la esquina este papel que escribo,
de comprar
cada vez más barato el cigarrillo.
Perder el tiempo tiene un mérito escondido.
Una regla torcida que la curva enseña. La malévola
clave desbalanceada de la vida.

Yo sé que mis silencios te abruman a ratos
y que no oigo cuando te deslizas como un gusano
para sentarte a mi lado y llevarme contigo
y traerme de vuelta del rincón de mis ojos que nunca has visto.

Yo sé.
Tú quieres que yo sepa que eres mía.
Pero
tú no sabes aún que de las comidas
lo único que me gusta es tu compañía.

20.4.10

Palabras...

Palabras, palabras, palabras...primero comencé a decirlas, luego aprendí a leerlas y desde hace mucho tiempo procuro escribirlas de manera correcta. Pero aún sigo intentando entenderlas, más allá de sus definiciones y sus orígenes...¿Por qué usando las mismas palabras se puede llegar a entender cosas tan diferentes? ¿Por qué no llegan a quién queremos que lleguen? ¿Por qué, en determinados casos, las valoramos tanto? Nos volvemos adictos a algunas de ellas, otras ya "entran por un oído y salen por el otro", callamos unas cuantas y, como dicen por ahí, nos volvemos esclavos de las que decimos.

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Epílogo del 7° capítulo de 地球少女アルジュナ:



Cindy: Si las palabras pueden ser malinterpretadas entonces, ¿por qué la gente depende de las palabras?
Chris: Porque las palabras dan forma...
Cindy: ¿Dan forma?
Chris: Las palabras dan forma a los sentimientos cambiantes y a las realidades que no se pueden tocar. Si las combinas de maneras diferentes, traen recuerdos y el poder de crear las esperanzas para el futuro. Si las personas no hubieran tenido las palabras, no serián capaces de pensar como lo hacen...
Cindy: ¿Las palabras llevan al modo en que pensamos?
Chris: Si. Sin embargo, las personas quedan tan atrapadas en el poder de las palabras que les dan un sentido real y con ellas guardan el pasado en registros...
Cindy: Olvidan vivir el aquí y el ahora, ¿por qué se quedan encerrados en las palabras?
Chris: Así es, olvidan el ahora. Y a cualquier cosa que no hable con palabras, cuyos susurros no se expresen a través de ellas como los pájaros que vuelan por el cielo, los animales, las flores silvestres, los bosques, el océano, así como el viento al que ni siquiera pueden ver. Todos ellos son olvidados...
Cindy: No sólo los susurros de los pájaros o del viento son olvidados. Incluso entre personas que hablan con las mismas palabras, los sentimientos quedan apartados...
Chris: Es inevitable, el propósito de las palabras es clasificar...
Cindy: ¿Las palabras clasifican?
Chris: Cuando yo te llamo "Cindy" o cuando tu me susurras "Chris" dejamos que esas dos palabras nos separen una enorme distancia. Los humanos son tan limitados, están no sólo atados por las palabras que pronuncian sino también por las que forman en su mente. Cuantas más palabras acumulan, más malentendidos se crean...
Cindy: Entonces, ¿por qué la gente depende de las palabras?
Chris: Quizá porque están solos. Tienen tanto miedo a estar solos. Quieren que otros sepan de ellos y por eso crean las palabras...
Cindy: Para mi, no es por cuánta gente esté a mi alrededor, ni por cuánta gente esté cerca de mí, es simplemente porque es muy triste no poder comunicar lo que se encuentra en mi corazón...